viernes, 31 de mayo de 2013

El periodismo responsable, en el ojo de la opinión pública en Ecuador

Un ciudadano observa un grafiti en las calles Real Audiencia y Fray Leonardo Murialdo, sector la Rumiñahui al norte de la ciudad. Foto: Eduardo Flores/Andes
Desde hace varios días, en distintos sectores de la ciudad de Quito, capital del Ecuador, se han plasmado grafitis con mensajes que llaman a reflexionar sobre la responsabilidad de los medios en el tratamiento de la información.

“La verdad no se extingue”, “la duda desenmascara la mentira”, “una mentira repetida 100 veces sigue siendo mentira”, “la única verdad es la realidad”, “no porque todo el mundo crea una mentira se convierte en verdad”, son algunos de los mensajes que se pueden observar en las paredes de barrios del norte, centro y sur de Quito.

Todos estos mensajes tienen un eje -que al parecer es la firma de un movimiento hasta el momento anónimo-“Queremos la verdad”.

El analista Rodrigo Jordán dijo a la agencia Andes que los grafitis siempre han sido utilizados como una forma de comunicación no formal, un recurso que se concretó en la década del sesenta en Nueva York, en el que se mezcla la voz ciudadana con la estética.

Jordán, catedrático de la Universidad Andina Simón Bolívar, opina que los grafitis generalmente responden a una creciente tendencia de opinión de los ciudadanos.

En este caso, agrega el analista, el Gobierno ha llevado a llevado a pensar mucho en el papel de la comunicación.

Efectivamente, el presidente Rafael Correa ha puesto sobre la palestra pública la influencia y el rol político que han jugado los medios privados en el país, empresas que están en manos de un número reducido de familias. 

En una entrevista radial, este jueves, Rafael Correa, reiteró posición: una buena prensa es fundamental para la democracia, pero una mala prensa es perjudicial para esa democracia.
El mandatario recalcó que su Gobierno no está en contra de la prensa sino de la mala prensa que es una forma de corrupción.

Jordán dice que los grafitis denotan el deseo de los ciudadanos de tener un periodismo responsable. “Hoy el periodismo no solo está viviendo una época de crisis (…) hoy con el desarrollo tecnológico hay alternativas y hace que la gente tome estos temas como algo que hay que decirlo en las calles”, acotó.

La Constitución de Ecuador, aprobada en referéndum en 2008, en su transitoria primera dispuso al Legislativo que se dicte una Ley de Comunicación en un plazo de un año, sin embargo los bloqueos de la oposición y el lobby de los grandes conglomerados mediáticos impidió que se cumpla el mandato.

Posteriormente, en un referéndum aprobado por los ecuatorianos –el 7 de mayo de 2011- se dispuso a la Asamblea Legislativa que se redacte una ley de Comunicación que pese a la oposición cumplió las instancias de debate y su texto reposa actualmente para votación.  

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