miércoles, 9 de octubre de 2013

La Sociedad Interamericana de Prensa añora los buenos tiempos de las dictaduras de derecha

Un viejo y conocido dicho jurídico señala: "A confesión de parte, relevo de prueba". La frase encaja perfectamente con las recientes declaraciones de un pájaro de alto vuelo de la inefable Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Al sujeto de marras, Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de la Libertad de Prensa del cartel de propietarios de periódicos y revistas, parece haberle traicionado el subconsciente y acaba de declarar que en las épocas de la dictaduras de derecha (apoyadas ¡oh coincidencia, por la misma potencia que apoya a la SIP!) eran mejores tiempos para estos gremios.

Comparto el artículo que escribí el martes para la agencia Andes: 

Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de la Libertad de Prensa de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), ha manifestado este martes que la situación para los medios de comunicación en la época de las dictaduras de derecha era “más clara” que en la actualidad.

En una entrevista con diario El Comercio de Lima (publicada este martes), Paolillo comparó a los gobiernos progresistas de América Latina con 'un cáncer bolivariano que se expande como metástasis’.

Consultado respecto a las propuestas de algunos gobiernos de izquierda para regular a la prensa a través de leyes, el directivo opinó que es posible alcanzar los valores en la prensa sin la necesidad de normativas y expuso que, a diferencia de la época de las dictaduras de derecha, en la actualidad es difícil combatir ese tipo de iniciativas.

“Lo que pasa es que la dificultad para combatir estas iniciativas es mucho mayor que con las antiguas dictaduras militares de derecha. Esas simplemente cerraban el diario, mataban al dueño, proscribían o mandaban al exilio al periodista, era todo mucho más claro”, comentó Paolillo a diario El Comercio. 

A criterio del directivo de la SIP, antes, las dictaduras militares trataban de restringir la libertad de expresión o simplemente la suprimían, ahora, esto lo están haciendo los gobiernos electos democráticamente.  

Paolillo considera que los gobiernos de izquierda, entre los que citó a Ecuador, proponen leyes con la etiqueta de valores como salvaguardar el honor de las personas, promover la igualdad, proteger la salud mental de los niños, promover la verdad, equilibrio informativo, etcétera.

Pero cree que el problema es que en nombre de esas palabras se limita la libertad de expresión. Y cuestiona que la protección de todos esos valores está a cargo de “burócratas que responden directamente al líder y que nos dicen qué podemos leer y qué no, qué podemos ver y escuchar y qué cosas no”.

“Ellos piensan por nosotros, en definitiva, nos censuran. El caso más explosivo, más tremendo, es Ecuador, donde todos los días hay noticias muy negativas para la libertad de expresión. Allí, estas cosas se están aplicando de una manera peor incluso que en Venezuela”, manifestó.

La SIP es la asociación de propietarios, editores y directores de periódicos y agencias informativas de América. La organización, que representa a más de 1.300 periódicos, fue fundada en 1943 en La Habana.
Juan Alberto Bozza, profesor de la Universidad Nacional de La Plata (Argentina), sostiene que la SIP fue una trinchera anticomunista en la década del setenta y que estuvo aliada a gobiernos norteamericanos. 
Agustín Edwards, dueño del diario El Mercurio al que se lo vincula como cómplice de los abusos de la dictadura de Augusto Pinochet, integra actualmente el Consejo Consultivo de la SIP.


En 2009, la SIP fue objeto de críticas por hacerse de la vista gorda ante el asesinato de 23 periodistas en el régimen de facto de Roberto Micheletti en Honduras.